Existe evidencia del uso de plantas aromáticas y
aceites esenciales desde 4500 años antes de Cristo. Los egipcios, los romanos,
los griegos y los árabes las utilizaban en rituales religiosos y con propósitos
medicinales en la antiguedad. Decenas de aceites esenciales son mencionados en la Biblia. Los aceites aromáticos eran sumamente valiosos
para ellos, tanto así que los Reyes Magos le regalaron frankincienso, mirra y
oro al niño Jesús. A través de la historia hemos utilizado las plantas por sus efectos anti
sépticos, para balancear nuestras emociones, en ceremonias religiosas, para
regenerar la piel, subir el sistema inmunológico y aliviar un sinfín de
enfermedades y malestares.
Durante la peste bubónica del siglo 15, cuatro
mercaderes de especias y aceites esenciales lograron protegerse de la
enfermedad hasta el punto de robar las casas y los cuerpos de los fallecidos
sin contagiarse. Al ser detenidos por las autoridades, fueron interrogados y
confesaron su secreto para no infectarse. Se embadurnaban de aceites y
especias. Canela, clavos, limón, romero
y eucalipto eran algunos de los aceites y especias que utilizaban.
Recientemente se han hecho estudios que prueban la efectividad anti microbiana
y antiséptica de todos estos aceites esenciales.
Cada vez más la ciencia va evidenciando y validando el
uso de las plantas y los aceites esenciales como alternativa segura y efectiva
para tratar diversas condiciones médicas.
Se ha visto el efecto positivo que tienen los aromas de los aceites
esenciales en pacientes con condiciones físicas, mentales y emocionales.
Existen muchos estudios que comprueban el efecto antiséptico, anti bacterial y
antiviral de los aceites esenciales usados tanto para subir el sistema
inmunológico como para limpiar y desinfectar el hogar.
Hoy en día con tanta publicidad de epidemias como el
chikungunya y el ébola, muchas personas estan buscando alternativas
naturales para subir el sistema inmunológico. Los aceites esenciales puros son
una excelente alternativa para subir nuestras defensas además de brindarnos un
sinfín de propiedades sanadoras. El
aceite esencial es parte fundamental del sistema inmunológico de una planta. Esta
savia aromática es lo que la ayuda a resistir plagas, hongos, virus y
bacterias. Por lo tanto, los aceites esenciales son antisépticos, anti
bacterianos, antivirales, anti hongos y anti parasíticos por naturaleza.
Podemos preparar un aceite antiséptico que nos ayude a
subir nuestras defensas y protegernos de enfermedades en general. Lo podemos
utilizar cuando sentamos que nos vamos a enfermar o cuando queramos desinfectar
nuestras manos o algún golpe. Lo podemos llevar con nosotros a la hora de
viajar y utilizar cada vez que sea necesario.
0.3 oz (9ml) de aceite base (puede ser oliva, semilla de uva, girasol, etc.)
5 gotas de aceite esencial de árbol de té (Melaleuca alternifolia)
4 gotas de aceite esencial de romero (Rosmarinus officinalis)
3 gotas de aceite esencial de limón (Citrus limon)
3 gotas de aceite esencial de eucalipto (Eucalyptus globulus)
1 gota de aceite esencial de canela (Cinnamomum zeylanicum)
1 gota de aceite esencial de clavos (Syzygium aromaticum)
5 gotas de aceite esencial de árbol de té (Melaleuca alternifolia)
4 gotas de aceite esencial de romero (Rosmarinus officinalis)
3 gotas de aceite esencial de limón (Citrus limon)
3 gotas de aceite esencial de eucalipto (Eucalyptus globulus)
1 gota de aceite esencial de canela (Cinnamomum zeylanicum)
1 gota de aceite esencial de clavos (Syzygium aromaticum)
Aplica unas gotitas de este aceite en tus manos, en la
planta de tus pies y a lo largo de tu columna vertebral para recibir las
propiedades antisépticas, anti bacterianas y antivirales de los aceites
esenciales.
Estos eran los aceites que utilizaron los mercaderes
de especias que sobrevivieron la peste bubónica de Europa. Esta mezcla se
conoce comúnmente como Aceite de Ratero. Si buscas por internet, encontrarás
muchas variaciones de la receta original. Si no consigues todos
los aceites esenciales, puedes sustituirlos por otros que tengas. También puedes macerar el aceite base que vas a utilizar con las plantas y especias de la receta. Dependiendo
de sus componentes químicos, hay algunos aceites que son más antisépticos que
otros, pero todos los aceites esenciales tienen propiedades antisépticas, antibacterianas y antivirales. Otros aceites esenciales con altos componentes
antisépticos son el frankincienso (Boswellia carteri), mirra (Commiphora
myrrha), lavanda (Lavandula angustifolia), menta (Mentha piperita) y palmarosa
(Cymbopogon martinii). A la hora de
comprar aceites esenciales, recuerda siempre identificarlos por su nombre
botánico para asegurarte de ser el aceite que estás buscando y no el aceite de
otra planta o una fragancia artificial.